Sindrome de Peter Pan

El síndrome de "Peter Pan" se ha convertido en casi una enfermedad social: la de aquellos que no quieren terminar de madurar. El síndrome se manifiesta en aquellos que, aunque llevan una vida profesional exitosa, en su vida se siguen comportando como adolescentes, es decir, egocéntricos, irresponsables y ávidos de la última diversión. Se trata de personas que aunque han alcanzado la edad adulta, viven como adolescentes, están rodeados de amigos menores que ellos, son incapaces de afrontar las responsabilidades y son inmaduros emocionalmente.

El psicólogo norteamericano Dan Kiley denominó como Síndrome de Peter Pan al conjunto de rasgos que tiene aquella persona que no sabe o no puede renunciar a ser hijo para empezar a ser padre. Pese a ser un problema que se produce en ambos sexos y a todas las edades, el síndrome de Wendy es mucho menos frecuente.

Compartir un proyecto de vida en común con alguien que es incapaz de sacrificar o apartar los placeres de la juventud para poner todo lo que tiene para conseguir unas metas, no siempre fáciles, pero necesarias, a parte de producir insatisfacción, acaba convirtiéndose en un lastre a la hora de luchar por conseguir esos objetivos.

Ante la imposibilidad de encontrar la fuente de la eterna adolescencia, parte de los hombres de la sociedad actual han optado por anclarse en una juventud que si no física, si les garantiza la psicológica y la comodidad de afrontar el día a día sin ir más allá, una especie de carpe diem (aprovecha el día) cuya problemática aumenta proporcionalmente con la edad física del individuo.

Por mucho que pueda pesar, el paso del tiempo es ineludible y nadie escapa a él, ni siquiera estos Peter Pan modernos. Su comportamiento sigue siendo como el de un adolescente. Pese a su sonrisa casi imperecedera y a tratarse de personas muy divertidas y con unas inmensas ganas de disfrutar de todo los aspectos de la vida, tras esa apariencia se esconde alguien tremendamente inseguro con un terrible miedo a la soledad.

“Este síndrome puede aparecer en mujeres y hombres, pero en el 99 por ciento de los casos, son varones los que sufren esta patología de la cual no es nada fácil recuperarse”, sostiene la psicóloga española Reyes Tobella.

La situación se complica mucho más cuando estos varones encuentran una pareja que los sostiene, apaña y se encarga de justificar todos los actos. “El síndrome de wendy, por el contrario, es más habitual en mujeres que son las niñeras de sus parejas y que son incapaces de reconocer las actitudes enfermizas e infantiles de su pareja”, continúa explicando la especialista.

Cómo reconocer el sindrome de Peter Pan

• No saben estar solos

• Siempre están rodeados por gente más joven

• No se responsabiliza de sus actos

• Es un ser permanentemente insatisfecho

• Puede vivir con sus padres o con una pareja que contenga sus actos

• Tiene ideas sobre grandes proyectos y aventuras amorosas que nunca se cumplen

• Suele quejarse y culpar al resto del mundo de sus problemas. Espera siempre que alguien se los solucione.

• Les gusta estar siempre contentos y siempre están buscando maneras de divertirse y evadirse de la realidad

• Cambian continuamente de pareja. En general siempre se conectan con mujeres más jóvenes.

Más rasgos de su personalidad:

• Rebelde

• Narcisista

• Dependiente

• Se niega a envejecer

• Manipulador


Cómo ayudar a un hombre con el sindrome

• Por más difícil que resulte no se deben satisfacer sus necesidades. Se debe hacer que afronte sus responsabilidades.

• No proponerle soluciones cuando comenta sus problemas.

• Incentivarlo a que encuentre sus propias soluciones y las lleve a cabo.

• A esta persona le molesta mucho que se les marque el error o los defectos que tiene, pero es necesario remarcarlos para que se concientice de que no es el centro del mundo y que debe asumir su vida.

No hay comentarios: