El Derecho de la Felicidad


La felicidad se puede alcanzar mediante el entrenamiento de la mente.

Al imponer una cierta disciplina interna podemos experimentar una transformación de nuestra actitud de toda nuestra perspectiva y nuestro enfoque de vida.

La felicidad se manifiesta como una sencilla voluntad de abrirse a los demás, de crear un clima de afinidad, de buena voluntad aún en los encuentros de breve duración.

El propósito de nuestra vida es buscar la felicidad. Las personas felices son generalmente más sociables, flexibles y creativas, más capaces de tolerar las frustraciones cotidianas y lo que es más importante son más cariñosas y compasivas que las personas desdichadas.

Poseen una voluntad de acercamiento y ayuda con respecto a los demás. Introducen un estado de animo alegre porque son más amables.

La búsqueda de la felicidad produce beneficios no solo para el individuo sino para todos los que lo rodean.

Las Fuentes de la Felicidad

La felicidad esta más limitada por el estado mental que por los acontecimientos externos.

El éxito puede dar como resultado una sensación temporal de regocijo, o la tragedia puede arrojarnos a un periodo de depresión. Pero nuestro estado de animo tiende a recuperar tarde o temprano un cierto tono normal.

Los psicólogos llaman ‘‘adaptación’’ a este proceso; un aumento de sueldo, el reconocimiento por parte de nuestros superiores, etc. Pueden levantar nuestro animo durante un tiempo pero no tardamos en regresar a nuestro nivel habitual.

Nuestra necesidad cotidiana esta determinada por nuestra perspectiva y nosotros podemos intensificar las sensaciones de felicidad de nuestro nivel habitual.

No exagerando lo que nos falta sino valorando lo que tenemos y considerarnos afortunados por ello.

La paz mental o estado de serenidad de la mente tiene sus raíces en el afecto y la compasión y supone un elevado nivel de sensibilidad y sentimiento.

Cuando se posee la serenidad mental y la estabilidad interior es posible tener una vida gozosa aunque falten las posesiones materiales.

Valor Interior

Trabajar en nuestra perspectiva mental es un medio más efectivo para alcanzar la felicidad que buscarla en fuentes externas como la riqueza, la posición y hasta la salud.

Otra fuente interna de felicidad es la conciencia del propio valor.

A veces la gente confunde la felicidad con placer cuando la felicidad más alta esta en llegar a la fase de liberación.

Todos los días nos enfrentamos con numerosas alternativas y por mucho que lo intentemos no elegimos lo que es bueno para nosotros.

Ello esta relacionado en parte con el hecho de que le elección correcta a menudo supone sacrificar nuestro placer.

Es importante buscar un estado de felicidad que permanezca a pesar de los altibajos de la vida y de las fluctuaciones de nuestro estado de animo, como parte de la matriz misma de nuestro ser.

Entrenar la Mente para la Felicidad

El primer paso en la búsqueda de la felicidad es aprender como las emociones y los comportamientos negativos son nocivos y como son útiles las emociones positivas.

Debemos ser concientes de que las emociones malas no solo nos dañan a nosotros sino a nuestro entorno y las emociones y comportamientos positivos nos llevará a cultivar y desarrollar nuestra fuerza interior.

Para que no se produzcan acontecimientos indeseables en nuestras vidas el mejor método para asegurarse de que no vuelvan a ocurrir es procurar que no se repitan las condiciones que lo producen.

Es importante buscar las causas y condiciones que favorecen nuestras vidas.

El odio, los celos, la cólera son nocivos, los consideramos estados negativos de nuestra mente porque destruyen nuestro bienestar mental, creando más temor, una mayor inhibición e indecisión, una sensación de inseguridad.

Por otro lado los estados mentales como la afabilidad y la compasión son definitivamente muy positivos y muy útiles.

Una persona saludable es compasiva, cálida y de corazón generoso.

Descubre que todos los seres humanos son como uno mismo, de modo que puede relacionarse más fácilmente con ellos, generando un espíritu de amistad.

Alcanzar la verdadera felicidad exige una transformación en la manera de pensar.
Podemos cambiar transformándonos a través del entrenamiento.

Dalai Lama

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