Promover el autocontrol en los niños



Durante el proceso de desarrollo y aprendizaje que tiene lugar en la infancia los niños adquieren una serie de habilidades que serán de vital importancia a lo largo de toda su vida, como el autocontrol.


El autocontrol es la habilidad que permite a los niños a controlarse a sí mismos, para lograr un desenvolvimiento agradable y aceptado por la sociedad, evitando comportamientos desagradables e inapropiados.


La falta de autocontrol puede causar una gran cantidad de psicopatologías que les dificultará relacionarse con las personas y ser plenos y felices.


No se nace con esta habilidad, sino que se aprende desde que se tiene año y medio de vida, momento en el que quieren todo a la vez y en el instante, es su forma de exteriorizar su independencia recién adquirida, lo hacen de forma vehemente e impulsiva y les cuesta mucho aceptar las frustraciones (que se les niegue algo, que no les salga algo como ellos quieren), lo expresan con rabia y desesperación.

Algunos niños aprenden el autocontrol con el ejemplo de otros niños y adultos que admiran, principalmente de los padres, en caso que su hijo no haya aprendido eso, los padres deben ayudarlo, enseñarle y convencerlos a cambiar su comportamiento calmándose, aprendiendo a esperar y comportarse adecuadamente. El tener hábitos y la comunicación es de gran ayuda para lograr dominar el autocontrol.


Establecer rutinas y rituales en la casa, horas de comidas, baño, dormir; tiempo de jugar, tiempo de esperar, etc., si el niño aún no cumple con estas rutinas no importa, lo que importa es que las reglas estén dadas y sean claras, para que el proceso de aprendizaje de autocontrol sea sencillo. Una técnica muy eficaz es hacer que el niño lo mire a la cara cuando usted le habla, si es necesario sostenerle suavemente la cara para que no desvíe la mirada.


La comunicación es fundamental, conversar con él, saber qué le molesta, por qué le molesta, es importante para generar un ambiente de confianza mutua y que el niño pueda exteriorizar sus emociones. Los padres deben incentivar al raciocinio del niño para que él busque sus propias opciones y poder enfrentar las frustraciones.


Enseñarle a que todo tiene un orden, un turno, si el niño quiere mirar televisión pero tiene tareas por hacer, se le debe decir “primero haz la tarea, luego guarda tus cuadernos y finalmente vas a mirar televisión”. Se debe comenzar desde pequeños, es una orden sencilla que si se aprende desde temprana edad hará que ordenes más complicadas sean fáciles de cumplir.


Algo muy importante es recompensar a su hijo por sus avances, estas recompensas no deben ser regalos, sino mas bien elogios, el padre no debe pagar al hijo por el buen comportamiento pero si puede resaltar lo orgulloso que está por el logro alcanzado.

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