El Dr. Gordon Allport define la actitud como "una condición mental y neural de disposición, organizada a través de la experiencia, que ejerce una influencia directiva o dinámica sobre la reacción del individuo a todos los objetos y situaciones con los cuales se relaciona".Optimismo es la tendencia a ver y a juzgar las cosas y los sucesos bajo su aspecto más favorable.
Para disipar prejuicios, admitamos, con William Arthur Ward, que :
El verdadero optimismo está consciente de los problemas, pero reconoce las soluciones; sabe de las dificultades, pero cree que pueden ser superadas; ve lo negativo, pero acentúa lo positivo; está expuesto a lo peor, pero espera lo mejor; tiene razón para quejarse, pero prefiere sonreír.
El optimismo bien entendido no es la ausencia de una actitud crítica hacia la realidad. Edward de Bono lo define así: ‘ser constructivo significa tener expectativas positivas, no simplemente sobre lo que pueda ocurrir, sino sobre lo que uno puede hacer’.
Eso explica que el mundo esté lleno de gente a la que le han ofrecido lo peor que puede ofrecer la vida, y que ha salido vencedora del trance. (Aunque tenga miedo...)
En un inspirador libro, el psicólogo Viktor Frankl describía sus experiencias en un campo de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial, de esta manera:
“La máxima libertad de un individuo consiste en su capacidad para escoger su actitud ante un conjunto cualquiera de circunstancias”.
“Las experiencias de la vida en un campo de concentración revelan que un hombre puede elegir la acción. Había allí suficientes ejemplos, a menudo de carácter heroico, demostrativos de que la apatía podía ser vencida y la irritabilidad suprimida. El hombre puede conservar un vestigio de independencia mental, hasta en condiciones tan terribles de tensión psíquica y física... (Man’s search for meaning).
¿Por qué es tan importante una actitud positiva? Porque la actitud es la disposición que usted transmite a los demás todos podemos referir la misma experiencia: es más agradable estar con una persona optimista, vital, segura de sí misma, que con una persona deprimida, que se siente una víctima, etc.
Esto es, hoy, de enorme importancia en nuestra vida laboral.
El famoso industrial y hombre de negocios Henry J. Kaiser se expresaba así sobre el tema: "Cuando hay que hacer un trabajo duro en el que es preciso desafiar a las circunstancias, siempre busco, para que lo desempeñe, a la persona que posee el máximo entusiasmo y optimismo de vida, a quien ataca sus problemas cotidianos llena de celo y confianza, a la que se muestra valerosa e imaginativa, a la que se hace al trabajo con boyante espíritu y planea con cuidado lo que tiene que emprender y se dice: 'Esta tarea podrá ser dura, pero hay que golpear sobre ella'".
A todos nos agrada trabajar con una persona optimista.
Dice un especialista de renombre mundial: ‘Instintivamente nos agrada la persona que sabe lo que quiere y actúa como si esperara conseguirlo. Si usted desea que la gente lo aprecie, hágale saber que usted espera vencer. Mantenga la cabeza erguida. Mire a la otra persona a los ojos. Camine como si tuviera una meta y estuviera decidido a alcanzarla. He visto a hombres y mujeres cambiar totalmente de personalidad mediante la adopción deliberada de una actitud confiada’.
Al comprender que, sea cual sea nuestra ocupación, todos ‘vendemos’ nuestra personalidad, que no sólo lo hacen los vendedores profesionales, captamos la importancia crucial de nuestra actitud.
En uno de los libros de negocios más vendido de los Estados Unidos, se magnifica así este punto: Los tres aspectos más importantes de tu desempeño son: actitud, actitud y actitud. (Survival Guide of Executives).
En nuestra vida laboral, la Actitud es uno de los tres pilares básicos. Los otros dos son : las Aptitudes y los Conocimientos.
Pero muchos autores importantes consideran que La actitud puede ser tanto o mas importante que la aptitud.
Porque en nuestro desempeño en las distintas áreas de la vida, la actitud positiva puede potenciar nuestras habilidades.
Escribió Orison Swett Marden : "En cuanto se propongan hacer o quieran ser, adopten siempre una actitud esperanzada y optimista con relación a vuestro objeto, y se sorprenderán al ver cómo se intensifican las facultades y se vigoriza la voluntad".
‘Lo que determina el rumbo de la nave no es la dirección del viento, sino la posición de la vela. Así también, lo que decide el éxito de la vida no son las circunstancias externas, sino la actitud del corazón’. (Vivir con valor).
Porque hasta las circunstancias complicadas, desagradables o negativas de la vida puede vivirse de otra manera con una actitud positiva.
Así lo dice el proverbio: Cuando el destino nos dé un limón, hagamos limonada.
El escritor John Ruskin asumió una actitud positiva frente al variable y poco grato clima inglés ‘haciendo limonada’.
"El brillo del sol es delicioso", escribió, "la lluvia es refrescante, el viento nos anima, la nieve es divertida; realmente no existe el mal tiempo, sólo diferentes tipos de buen tiempo".
Por otro lado, la falta de una actitud positiva no parece traer ninguna utilidad. Orison Swett Marden lo reconoce así: "Dice un proverbio, que cada vez que la oveja que bala pierde un bocado de heno. Por eso, cada vez que uno se queja de su suerte y piensa que ha de serle imposible, por ejemplo, prosperar como otros prosperaron, agrava las dificultades que encuentra para deshacerse de los enemigos de su felicidad".
Vivir con una actitud positiva o con una negativa, entonces, puede establecer la diferencia entre una existencia rica, plena, autorrealizada, o una vida de frustración y desencanto.
Porque la actitud positiva incluye la capacidad para sobreponerse en las adversidades de la vida.
Dicho con las palabras poéticas de Joseph Lincoln, Es curioso observar que efectos tan distintos producen las dificultades en los diversos individuos, algo así como el tiempo caluroso, que agria la leche pero madura las frutas.
Abel Cortese / Enciclopedia del desarrollo personal / Abstract
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