Mirar las cosas desde el punto de vista de los demás parece algo fácil, pero esta idea no es tan sencilla de llevar a la práctica. Lo ideal es que usted trate de hacerlo, ya que es uno de los secretos para obtener logros en la vida.
Póngase en el Lugar del Otro
Cuando usted trata de: vender un producto, satisfacer a un cliente, motivar a sus empleados o crear una buena relación con otra persona, obtendrá mejores resultados si se pone en el lugar del otro.
Para comenzar a hacer esto, hágase una serie de preguntas básicas:
- ¿Qué experiencias aporta la otra persona a esta interacción?
- ¿Qué está tratando de lograr la otra persona?
- ¿Qué está tratando de evitar?
- ¿A quién más le debe responder o reportar, esta persona con esta interacción?
- ¿Qué elementos deben estar presentes para que la otra persona considere este encuentro como un triunfo?
No prometa cosas que no pueda cumplir, ni trate de hacer realidad los deseos de los demás sin tener las herramientas para hacerlo. Dale Carnegie dice que “si usted puede ayudar a la gente a resolver sus problemas, el mundo le pertenecerá”.
Escuche y aprenda
“Nadie es tan persuasivo como el que sabe escuchar”
Saber escuchar es la habilidad de comunicación más importante, incluso más que una buena presentación o habilidades de escritura.
¿Por qué es importante?
Usted no puede saberlo todo y escuchar a los demás es la mejor manera para aprender. Escuche a sus empleados, clientes, amigos, familia y críticos. Siempre tiene la opción de escoger si actuar o no basado en lo que ellos le dicen, pero al menos escucharlos le puede ampliar los horizontes.
Saber escuchar es un deporte activo
Es importante escuchar aquello que los demás tengan que decir; cuando usted simplemente oye, no presta suficiente atención y hasta quizá piense en lo que tiene que hacer, o en lo que dirá a continuación cuando su interlocutor termine de hablar.
Las personas que saben escuchar, se concentran, hacen preguntas y dan respuestas concisas y llenas de reflexión. Al escuchar, no diga simplemente “si” o “no”. Inclínese para mostrar interés, sonría o frunza el ceño y mire directamente los ojos de su interlocutor.
Saber escuchar le otorga más poder
Un ejemplo de esto es lo hacen en la compañía Motorola; aquí se alienta a los equipos a presentar sus ideas, mientras los ejecutivos los escuchan arbitrariamente. De esta forma, Motorola construye su futuro. En este tipo de sesiones los ejecutivos le formulan preguntas a los empleados: ¿cuáles son sus inquietudes particulares? ¿cuáles son sus sugerencias, etc.
Mediante este método, no sólo se obtienen buenas ideas, sino que se demuestra lo importante que es saber escuchar. Forme equipos para el mañana
La pirámide se derrumba
Todos estamos familiarizados con la organización piramidal: un grupo de trabajadores conforman la base, capas de gerencias yacen una sobre otra hasta alcanzar el pináculo, donde se encuentra la presidencia.
Este tipo de organización tuvo su propósito alguna vez, pero ya no funciona igual en el mundo cambiante de hoy. Todas esascapas y cadenas de mando, bloquean el flujo de información y no proporcionan la energía, ni promueven la creatividad.
El individualista ya no sobrevive por sí solo
La nueva organización puede no ser plana, pero es mucho más horizontal de lo que solía ser. Una amplia variedad de nuevas estructuras motivan a las personas a conseguir sus metas empresariales; el trabajo en equipo está jugando un mayor papel en la mayoría de las empresas.
La gente está trabajando más allá de sus profesiones, culturas y por encima o debajo de sus cargos usuales. Andrés Navarro, director ejecutivo de la compañía chilena SONDA, S.A. explica el por qué: “el individualista ya no puede sobrevivir por sí solo, el mundo ahora es demasiado complejo para esto. Hoy día se necesitan equipos multidisciplinarios, trabajando juntos al mismo tiempo”.
Ejemplo: En la escuela de gerencia de Harvard, se está dando a los estudiantes una alta dosis del mundo real. En vez de realizar el típico examen, un grupo experimental fue dividido de forma aleatoria en equipos de cuatro personas, para resolver un problema.
De acuerdo con el profesor John Quelch, los estudiantes se quejaron porque los habían agrupado con personas que no hubiesen escogido nunca antes para trabajar. La respuesta de él fue: “bienvenidos al mundo real”. Al final, los estudiantes vieron el valor del ejercicio; los equipos con más problemas y desacuerdos, sorpresivamente, obtuvieron el mejor desempeño y nota final.
Lo que estas personas descubrieron fue que: no se puede pretender agrupar a la gente y esperar grandiosos resultados inmediatamente. El trabajo en equipo no se da por arte de magia, incluso si sus miembros tienen magníficas habilidades.
Dale Carnegie /The Leader in You
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