La Ley de Potencialidad Pura: La fuente de toda creación es conciencia pura... potencialidad pura buscando expresarse de una forma no manifiesta, a una evidente y manifiesta. Cuando nos damos cuenta que nuestro verdadero ser es uno de potencialidad pura, nos alineamos con ese poder que nos manifiesta todo el universo.
La Ley del Dar: El universo opera por medio de la dinámica del cambio.... dar y recibir son diferentes aspectos del flujo de energía que existe en el universo. En nuestra disposición de dar aquello que buscamos, mantenemos la abundancia del universo circulando en nuestras vidas.
La Ley del “Karma” o Causa y Efecto: Cada acción genera una fuente de energía que regresa a nosotros de la misma manera lo que sembramos es lo que cosechamos. Cuando elegimos acciones que traen felicidad y éxito para otros, el fruto de nuestro karma es felicidad y éxito.
La Ley del Menor Esfuerzo: La inteligencia funciona sin esfuerzo...con despreocupación, armonía y amor. Cuando enlazamos las fuerzas de armonía, felicidad y amor, creamos éxito y buena fortuna sin esfuerzo.
La Ley de Intención y Deseo: Inherente en cada intención y deseo está la mecánica para su realización..., la intención y el deseo en el campo de potencialidad pura tienen poder de organización infinita. Cuando introducimos una intención en el suelo fértil de potencialidad pura, ponemos este poder de organización infinita a trabajar para nosotros.
La Ley del Desapego: En el Desapego se basa la sabiduría de la incertidumbre. En la sabiduría de lo incierto se basa la liberación de nuestro pasado, de lo conocido, que es la prisión a la que estamos condicionados. En nuestra voluntad de entrar en lo desconocido, el campo de todas las posibilidades, nos rendimos a la mente creativa que organiza la danza del universo.
Ley de “Dharma” o Propósito en la vida: Todos tenemos un propósito en la vida..., un don único o talento especial para darles a otros. Cuando combinamos este talento único con el servicio a otros, experimentamos el éxtasis y la exaltación de nuestro propio espíritu, que es la meta final de nuestras metas.
Depak Chopra
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