Como obtener el trabajo exacto que desea
Todo el mundo disfruta haciendo el tipo de trabajo el cual es el más apropiado para uno. Un artista ama trabajar con pintura, un artesano con sus manos, un escritor ama escribir. Aquellos con talentos menos definidos tienen sus preferencias para ciertos campos en el negocio e industria. Si Estados Unidos hace algo bueno, es ofrecer un rango completo de ocupaciones relacionadas con el arado de la tierra, manufactura, mercadeo y demás profesiones.
1. Decida exactamente que tipo de trabajo quiere. Si el trabajo no existe, tal vez usted lo puede crear.
2. Escoja la compañía o individuo para el cual usted desea trabajar.
3. Estudie su probable empleador en cuanto a reglamento, personal y oportunidades de progreso.
4. Analícese a sí mismo, sus talentos y capacidades, destaque lo que usted puede ofrecer y planifique maneras de suministrar ventajas, servicios, desarrollos e ideas, que usted cree que puede exitosamente ofrecer.
5. Olvídese de "un trabajo." Olvídese si hay o no vacantes. Olvide la rutina usual de "¿tiene algún trabajo para mí?"; concéntrese en lo que puede ofrecer.
6. Una vez que tenga su plan en mente, arregle con un escritor experimentado, para ponerla en un papel de una manera cuidadosa y detallada.
7. Preséntelo a la persona apropiada de autoridad y él hará el resto. Cada compañía esta buscando hombres que pueden dar algo de valor, ya sea ideas, servicios, o "conexiones." Cada compañía tiene espacio para el hombre que tiene un plan definitivo de acción, lo cual es ventajoso para la compañía.
Esta línea de procedimiento puede tomar algunos días o semanas de tiempo extra, pero la diferencia en ingresos, ascenso y obtención de reconocimiento le ahorrará años de trabajo fuerte con bajo salario. Tiene muchas ventajas, la principal es que, usualmente le ahorrará de uno a cinco años de tiempo para alcanzar una meta escogida.
Cada persona que comienza o "entra", en la mitad de la escalera, lo hace por una planificación deliberada y cuidadosa, (exceptuando por supuesto, el hijo del jefe).
La nueva manera de mercadear servicios de "trabajos" es ahora por "sociedad"
Hombres y mujeres que mercadean sus servicios con la mejor ventaja en el futuro, deben reconocer el formidable cambio que ha tenido lugar en conexión con la relación entre empleador y empleado.
En el futuro, la "Regla de Oro" y no la "Regla del oro" será el factor dominante en el mercadeo de artículos, como lo son también servicios de personal. La futura relación entre empleadores y sus empleados será más de la naturaleza de una sociedad que consistirá en:
a. El empleador.
b. El empleado.
c. El público que ellos atienden.
Este nuevo estilo de mercadeo de servicios personales se llama nuevo por muchas razones: primero, por que ambos, el empleador y el empleado del futuro serán considerados como compañeros de los cuales su negocio será servir al público eficientemente
En el pasado, empleadores y empleados hacían trueque entre ellos, manejando las mejores ofertas que podían ofrecerse el uno al otro, pero en realidad no consideraron que en el análisis final habían, negociado a costilla del tercer partido: El público que atendían.
La depresión económica sirvió como una protesta gigante de un público herido, cuyos derechos habían sido pisoteados en todas direcciones por aquellos que estaban clamando ventajas y ganancias personales. Cuando los escombros de la depresión hayan sido limpiados y los negocios hayan una vez más establecido el balance, ambos, el empleador y el empleado reconocerán que ellos no son más privilegiados en manejar negociaciones a costa de aquellos que sirven.
El verdadero empleador del futuro será el público. Esto deberá ser guardado predominantemente en la mente por cada persona buscando mercadear sus servicios personales efectivamente.
Casi todos los ferrocarriles en los Estados Unidos están en dificultades financieras. ¿Quién no recuerda el día cuando un ciudadano preguntaba en la oficina de boletos el tiempo de partida de un tren y era abruptamente referido a la tabla del boletín en vez de haberle dado la información educadamente?
Las compañías de tranvías han experimentado también "cambios de épocas". Había una época no tan lejana cuando los conductores de tranvías estaban orgullosos dando argumentos a los pasajeros. Muchas vías de los tranvías han sido removidas y los pasajeros toman un recorrido en bus cuyo conductor es "la última palabra en cortesía."
Los tiempos están cambiando
Alrededor de todo el país las vías de los tranvías se están oxidando por abandono, o han sido removidas. Donde sea que los tranvías estén aún en operación los pasajeros ahora pueden montar sin argumentos, hasta uno tal vez puede gritar al tranvía en la mitad de la cuadra y el conductor complacientemente lo recogerá. ¡Cómo han cambiado los tiempos!
Este es justo el punto que yo estoy tratando de enfatizar. ¡Los tiempos han cambiado! Es más, el cambio se ha reflejado no solamente en las oficinas de los ferrocarriles y en los tranvías, sino también en otros caminos de la vida. La política de "condenado sea el público" esta pasada de moda. Ha sido suplantada por el "atentamente estamos a su servicio señor."
Los banqueros han aprendido una o dos cosas durante este cambio rápido que ha tomado lugar en los últimos años. La descortesía por parte de un oficial del banco o empleado del banco es hoy tan rara como lo fue notorio una docena de años atrás. En los años pasados algunos banqueros (por supuesto, no todos), cargaban una atmósfera de austeridad el cual daba a cada posible prestamista un escalofrío de sólo pensar en acercarse a su banquero para un préstamo.
Durante la depresión, las miles de quiebras banqueras causaron el efecto de remover las puertas de caoba, tras las cuales los banqueros anteriormente se atrincheraban. Ahora se sientan en escritorios al descubierto donde puedan ser vistos y permitir la aproximación a voluntad por cualquier depositante o por cualquiera que desea verlos y toda la atmósfera del banco es de cortesía y entendimiento.
Solía ser costumbre para los clientes tener que estar de pie y esperar en la tienda de la esquina hasta que los oficinistas hubieran acabado de pasar el tiempo del día con sus amigos y el propietario haber terminado de hacer sus depósitos al banco en vez de ser atendidos. Las tiendas de cadena, son manejadas por hombres corteces que hacen de todo para servir, hasta casi brillar los zapatos al cliente.
Han empujado a los comerciantes de los viejos tiempos hacia el fondo. ¡El tiempo sigue marchando!
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