La inteligencia de la mente

Definiendo nuestros genes y reprogramando nuestras células

"Un cambio en el estado del alma produce un cambio en el estado del cuerpo."


Aristóteles sabía de qué estaba hablando, aunque sus palabras cayeron en terreno estéril en el siglo cuarto A .C. Ahora, más de 2.000 años después, su filosofía es el punto central de una muy importante nueva aproximación a la consciencia humana. Es una aproximación la cual da a la conexión mente/cuerpo una nueva perspectiva, demostrando nuestra capacidad para generar, desde la mente, cambios a nivel celular.


Por generaciones hemos sido dados a creer que nuestra salud está determinada por nuestros genes. El Biólogo celular Dr. Bruce Lipton piensa de otra manera. "El cáncer no puede ser un mal de familia" sostiene él, "porque no hay cáncer de gene. Las células se vuelven cancerosas solamente cuando la mente les ordena hacerlo así".

Por tradición, los defensores de la teoría de que la mente inteligentemente ordena la materia, han sido metafísicos ; pero ahora, según Lipton, hay considerable evidencia científica para demostrar que la enfermedad no es congénita. En cambio, dice que si el individuo cambia sus creencias, tiene la habilidad para controlar su propio bienestar y para reprogramar sus células. "Nuestra consciencia reside en nuestra membrana celular", dice Lipton. "Aunque las células están programadas para responder de cierta forma, ya sea que estemos jóvenes o aún en el vientre, ellas pueden ser reprogramadas para actuar de una manera diferente". La propensión de una persona a una enfermedad en particular es, entonces, el resultado de una creencia o de un comportamiento heredado, mas que de una predisposición genética. Por lo tanto, corrigiendo nuestro pensamiento se puede eliminar la causa raíz de las enfermedades que nos azotan.

Un cambio en la personalidad puede cambiar la fisiología del cuerpo, dice Lipton, haciendo eco a las palabras de Aristóteles. Desde que nuestra comunidad celular entera recibe instrucciones de la fuerza misma de la vida -tal como un radio recibe radiodifusiones- cualquier programación negativa producirá una respuesta negativa. De esta forma, fuertes creencias o emociones tales como el miedo, tienen el poder de generar enfermedades fatales como el SIDA y el cáncer.

Las células son sumisas esclavas y harán cualquier cosa que nosotros queramos - al grado de morir por nosotros. La mente utiliza los genes del cuerpo para dar forma a la imagen que mentalmente ha creado. De esta forma, los programas de comportamiento no son seleccionados por los genes ; en cambio, programas genéticos particulares son generados en respuesta a señales ambientales externas.

Debes establecer un nuevo comportamiento y repetirlo suficientes veces para que las nuevas sinapsis neutralicen las existentes.

"En la superficie de las células hay receptores, a la manera de una antena de televisión," explica Lipton. "Si la antena es desligada, las células permanecen intactas pero se vuelven comatosas e inertes. Reinstalando la antena, o receptores, se reactiva la célula, demostrando que los estímulos externos son el factor crucial en su comportamiento."

La membrana celular es considerada como la interface física entre el Yo y el No-yo y, como consecuencia, es la que recibe la información de ambos. Lipton compara el cuerpo con un sistema de computadora, con las células actuando como chips programables. Nosotros nacemos sólo con una memoria instintiva - nuestra memoria instintiva - la cual es entonces provista de discos formateados los cuales nosotros moldeamos con nuestros pensamientos y comportamiento.

Pero, aunque los formatos son aprendidos y pueden por lo tanto ser desaprendidos, estos se enlazan a través de una red de sinapsis neurológicas las cuales hacen difícil el desenlazamiento.

"No es suficiente decidir que ya no queremos un pensamiento o un patrón de comportamiento en particular," dice Lipton. "Debemos establecer un nuevo comportamiento y repetirlo tantas veces sean necesarias para que las nuevas sinapsis neutralicen las existentes. Haciendo esto por 21 días mínimo, se crea una nueva red sináptica que conduce a la muerte del viejo sistema."

La curación a través de las drogas es el producto de la misma fundación de creencia, lo cual explica muchos de los éxitos logrados a través del uso de placebos. El mecanismo de la mente funciona sobre la materia debido a que el paciente cree firmemente en lo que está tomando. Su fe en el poder de la medicina neutraliza su propia creencia en la enfermedad y se mejora. Irónicamente, el éxito de los placebos demuestra que los individuos tienen el poder de sanarse ellos mismos.

"Una vez que nos damos cuenta que ya estamos infectados en el organismo por el arsenal de enfermedades virulentas," dice Lipton, "podemos comenzar a entender que es solamente cuando creamos un ambiente tan favorable para ellos, que estos pueden invadir nuestro sistema."

Los hongos, por ejemplo, existen en todos, sin embargo, solamente un pequeño porcentaje de la población sufre de hongos infecciosos. Dice Lipton que tu no puedes liberarte de los hongos, sin matar casi todas las otras formas de vida en tu cuerpo. Así, cuando alguien adquiere una infección de este tipo, se piensa inmediatamente que algo ha cambiado, ya sea el hongo o el individuo. Aunque el hongo esté siempre presente, la infección puede solamente presentarse debido a algún cambio del medio ambiente, el cual, a su vez, es la consecuencia de la actitud mental.

El sistema inmunológico del cuerpo es disparado por nuestras actitudes mentales, llegando a estar fortalecido o debilitado, dependiendo de los mensajes mentales que recibe. Por lo tanto, Lipton mantiene, el SIDA puede ser generado por la mente, y no necesariamente como un resultado por contraer el virus. Y ello puede, igualmente, dice él, ser curado con un pensamiento.

Sin embargo, el problema yace en la incapacidad de la mayoría de la gente para comprender el poder del pensamiento ya que, como una sociedad, somos parte de un sistema de creencias el cual crea dependencia de soportes externos.

"Tu puedes cambiar tu vida hoy o mañana, y puedes cambiar tu fisiología en un minuto," dice Lipton. Pero, eso requiere de la habilidad que tienes para manipularte a ti mismo y la inquebrantable creencia de que tú puedes manipularte a ti mismo. Esto también implica usar más nuestros receptores, la mayoría de los cuales están cerrados. No necesitamos crear nuevos receptores, solamente necesitamos comenzar a usarlos."

Aún la ciencia moderna tiene su valor, dice Lipton. Si una persona se enferma, esta puede necesitar medicamentos para matar la bacteria o virus hasta el momento en que la persona esté lista para entender el mensaje que hay detrás de sus síntomas. La enfermedad en tu cuerpo te dice que tu mente no está en armonía con la naturaleza y que algún aspecto de tu actitud mental necesita cambiar.

La Penicilina no creará esta armonía, pero puede ayudar a combatir la enfermedad hasta que puedas restablecer la armonía tu mismo. De esta forma, todo método curativo actúa como una muleta, amortiguando el tirón de la enfermedad hasta que alcancemos el punto de la autosanación.

"Los sistemas de salud-enfermedad actúan como guía para nuestro estado mental," asegura Lipton, "mientras el cuerpo sirve para activar nuestra consciencia al trasladar las influencias del medio ambiente en sensaciones. Somos afortunados ; a través de la sensación, no solamente tenemos un vasto potencial para el entendimiento, el cambio y el fortalecimiento personal, sino que podamos también disfrutar en el proceso."

De Olga Sheean (Este artículo apareció por primera vez en "Shared Vision"Traducido del inglés de la revista Retreat Nº6 publicada por Brahma Kumaris World Spiritual University ). Tomado de Aprenda a Vivir y Enseñe a Vivir de Javier Gómez

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