
Si tu respuesta es SI te felicito ya que cuentas con paz interior y paz con los demás.
Pero si tu respuesta es un rotundo NO, de igual manera te felicito, ya que estás en un momento clave para encontrarlo y poder llevarlo a tu vida.
El que no sepas cuál es tu ideal personal te marca la pauta para ir descubriendo que es lo que realmente buscas en tu vida; es un muy buen inicio el ya haberte dado cuenta de que aun no lo has determinado.
El ideal personal es estimulante, porque da una finalidad a la vida que va uniéndonos a lo que somos capaces de hacer, a las energías que llevamos dentro a algo que satisface y sobre todo, da la felicidad profunda a tu ser.
Día a día trata de rescatar tu ideal personal, busca con entusiasmo y dedicación dentro de tu ser que es lo que realmente deseas llevar a cabo en tu vida.
¿Qué aspiras a vivir?
¿De que te sientes capaz?
Realízate estas preguntas cuando estés en paz contigo mismo, sincérate totalmente, y poco a poco tu ideal se ira manifestando y comenzara a brotar de tu interior.
Tú eres un ser con muchas fortalezas, cualidades, virtudes, las debes de sacar de tu interior para llegar a la tan anhelada meta.
Maneja cada una de ellas de la mejor manera y ponlas a trabajar para beneficio tuyo y de los demás. .
Piensa si estás satisfecho con las cosas que haz realizado, que te han dejado las experiencias vividas a lo largo de tu vida, y que harías para mejorarlas ya que así comenzarás el camino de tu ideal personal.
Te invito a que tomes en serio tus aspiraciones más profundas, y que estas las concretices en tu ideal, en tu meta para así comenzar a darle un nuevo sentido a tu vida.
La crisis ¿buena o mala?Una grave enfermedad ataca a tu cuerpo, un ser querido te estafó y huyó con el dinero que habían ahorrado para iniciar el nuevo negocio familiar, una amiga te traiciona con tu novio, reprobaste cinco de los ocho exámenes finales, estos sin duda son algunos ejemplos de experiencias desagradables; si en un tiempo haz pasado por alguna de estas situaciones, has tenido la dicha de atravesar duros y difíciles periodos de crisis.
Las crisis generalmente las vemos, las sentimos, las tocamos, con miedo, angustia, temor, ya que de antemano, sabemos que nos van a ocasionar algún daño, dolor, sobresalto, más aún sufrimiento y por esto siempre asumimos una actitud defensiva ante las crisis, sea cual sea su origen y finalidad.
Con el paso del tiempo se puede decir que las crisis no son dignas de miedo, por el contrario son dignas de ser vistas como una oportunidad.
La crisis, es un cambio de tu vida que la misma naturaleza humana te pide y te ofrece.
Las crisis, puede ser consideras como el peligro de dejar tu pasado, o bien como la oportunidad de dejar tu pasado.
Siempre que aparece en tu vida un periodo de crisis, te hace poner en alerta en cuanto a que algo en tu vida no va bien o no esta bien, tiene que surgir un cambio; es como un sensor que la vida misma activa para decirte que debes de cambiar, dejar un pasado, olvidar malas amistades, superarte día a día, abrirte a una nueva perspectiva o bien a descubrir la energía que tú como hombre o mujer llevas dentro de tu ser.
Si tú te resistes a las crisis, aparecerán en tu ser sentimientos de angustia, confusión, inestabilidad, agresividad, que te llevaran a tener una vida infeliz.
Pero, si por el contrario, tomas las riendas de tu vida y te decides a enfrentar y aceptar las crisis por las que estás atravesando, te llenarás de fortaleza interior, para combatir cada una de las adversidades que esta traiga consigo, para finalmente poder decir ¡sí puedo!, ¡sí quiero enfrentar y resolver la crisis por la que estoy atravesando!
La crisis superada te lleva al crecimiento interior, a tener la oportunidad de tomar nuevas elecciones y decisiones. Te invito a enfrentar las crisis de tu vida de una manera inteligente, actuando de la manera más sabia posible, teniendo en mente que una vez superada tendrás en tu vida un crecimiento interior que te permitirá, convertirte en una persona llena de vivencias que vendrán a llenar tu álbum de experiencias.
¡Sólo tú!: eres el único que decide si la crisis por la que estás pasando, es buena o mala.
Las crisis generalmente las vemos, las sentimos, las tocamos, con miedo, angustia, temor, ya que de antemano, sabemos que nos van a ocasionar algún daño, dolor, sobresalto, más aún sufrimiento y por esto siempre asumimos una actitud defensiva ante las crisis, sea cual sea su origen y finalidad.
Con el paso del tiempo se puede decir que las crisis no son dignas de miedo, por el contrario son dignas de ser vistas como una oportunidad.
La crisis, es un cambio de tu vida que la misma naturaleza humana te pide y te ofrece.
Las crisis, puede ser consideras como el peligro de dejar tu pasado, o bien como la oportunidad de dejar tu pasado.
Siempre que aparece en tu vida un periodo de crisis, te hace poner en alerta en cuanto a que algo en tu vida no va bien o no esta bien, tiene que surgir un cambio; es como un sensor que la vida misma activa para decirte que debes de cambiar, dejar un pasado, olvidar malas amistades, superarte día a día, abrirte a una nueva perspectiva o bien a descubrir la energía que tú como hombre o mujer llevas dentro de tu ser.
Si tú te resistes a las crisis, aparecerán en tu ser sentimientos de angustia, confusión, inestabilidad, agresividad, que te llevaran a tener una vida infeliz.
Pero, si por el contrario, tomas las riendas de tu vida y te decides a enfrentar y aceptar las crisis por las que estás atravesando, te llenarás de fortaleza interior, para combatir cada una de las adversidades que esta traiga consigo, para finalmente poder decir ¡sí puedo!, ¡sí quiero enfrentar y resolver la crisis por la que estoy atravesando!
La crisis superada te lleva al crecimiento interior, a tener la oportunidad de tomar nuevas elecciones y decisiones. Te invito a enfrentar las crisis de tu vida de una manera inteligente, actuando de la manera más sabia posible, teniendo en mente que una vez superada tendrás en tu vida un crecimiento interior que te permitirá, convertirte en una persona llena de vivencias que vendrán a llenar tu álbum de experiencias.
¡Sólo tú!: eres el único que decide si la crisis por la que estás pasando, es buena o mala.
¿Debo perdonar?
¿Alguna vez te has sentido lastimado por alguna persona, en la cual confiabas y tenías puesto tu cariño?
¿Crees qué has sabido perdonar a los que te han hecho daño?
¿Sabes realmente perdonar desde el fondo de tu corazón?
Estas son, algunas de las preguntas que en más de una ocasión te aseguro has llegado a hacerte, pues te has sentido lastimado profundamente, por lo que no sabes realmente si otorgar el perdón a tu victimario.
Perdonar: es darte la oportunidad de desechar el rencor. Cuando aprendes a perdonar llegas a un grado total de madurez.
La decisión entre perdonar y no perdonar únicamente la tienes tu; nadie más.
Tú eres la persona que se encargará de liberar el rencor que emana de tu corazón en contra de una persona, de una situación, de palabras que lastimaron, etc.
Al perdonar, tienes contacto con tu fuerza interior, abres un camino libre a la felicidad, liberas tu alma de sentimientos que te lastiman para dejarla abierta a la paz y a la armonía.
Siete son los pasos que te ayudarán a perdonar más fácilmente, siempre y cuando estés en disposición de hacerlo, estos son:
1. -Poner nombre a la herida:
Llámala tal cual es, no trates de esconderla o evadirla, menciónala con todas sus letras, puede ser el nombre de la persona que te hirió o los hechos que te lastimaron.
2. -Aceptar tu herida:
Afrontarla y hacerla parte de tu persona.
3. -Acepta que sucedió el hecho.
No seguir justificando o evadiendo lo que ocurrió.
4. -Culpar al culpable:
Visualizar al agresor una y otra vez, no quitarle su parte de culpa.
5. -Nivelarte con el culpable.
¿Que paso conmigo?, ¿que ocurrió?, el hecho y que hizo el culpable.
6. -Aceptar que sucedió la agresión.
7. -Desapego del agresor.
Que él por su cuenta salde su culpa.
Con los pasos anteriores el proceso del perdón puede resultarte más sencillo, ya que enfrentaras como fue realmente lo que sucedió y al culpable.
Verás que una vez que comienzas a perdonar, tu cuerpo se siente liberado, relajado, con paz interior, para que; cuando el momento de estar frente a tu agresor llegue, notes que su presencia ya no te afecta en ningún sentido, al recordar las circunstancias ya no sentirás dolor.
Recuerda que perdonar es decir i sí! a la oportunidad de renovarte.
Por otro lado, si te resistes a perdonar poniendo como escudo protector el rencor, lo único que ocurrirá será que; la paz interior no la encontraras, entraras en un estado de intranquilidad en cuanto estés frente a tu agresor y alimentaras día a día tu corazón, de un odio implacable hacia tu agresor.
Te invito a contestar por ti mismo la pregunta: ¿Debo perdonar?
Tú eres el único ser capaz de darle respuesta, si deseas acabar con el rencor en tu corazón, de antemano sabes la respuesta, pero si aun deseas albergar el odio en tu corazón, la respuesta ya la conoces.
Te invito a ser feliz una y otra vez, cada nuevo amanecer, alimentando tú corazón de amor, deseos positivos para ti y los demás, recuerda que la decisión, está en tus manos, la decisión es: sólo tuya.
¿Alguna vez te has sentido lastimado por alguna persona, en la cual confiabas y tenías puesto tu cariño?
¿Crees qué has sabido perdonar a los que te han hecho daño?
¿Sabes realmente perdonar desde el fondo de tu corazón?
Estas son, algunas de las preguntas que en más de una ocasión te aseguro has llegado a hacerte, pues te has sentido lastimado profundamente, por lo que no sabes realmente si otorgar el perdón a tu victimario.
Perdonar: es darte la oportunidad de desechar el rencor. Cuando aprendes a perdonar llegas a un grado total de madurez.
La decisión entre perdonar y no perdonar únicamente la tienes tu; nadie más.
Tú eres la persona que se encargará de liberar el rencor que emana de tu corazón en contra de una persona, de una situación, de palabras que lastimaron, etc.
Al perdonar, tienes contacto con tu fuerza interior, abres un camino libre a la felicidad, liberas tu alma de sentimientos que te lastiman para dejarla abierta a la paz y a la armonía.
Siete son los pasos que te ayudarán a perdonar más fácilmente, siempre y cuando estés en disposición de hacerlo, estos son:
1. -Poner nombre a la herida:
Llámala tal cual es, no trates de esconderla o evadirla, menciónala con todas sus letras, puede ser el nombre de la persona que te hirió o los hechos que te lastimaron.
2. -Aceptar tu herida:
Afrontarla y hacerla parte de tu persona.
3. -Acepta que sucedió el hecho.
No seguir justificando o evadiendo lo que ocurrió.
4. -Culpar al culpable:
Visualizar al agresor una y otra vez, no quitarle su parte de culpa.
5. -Nivelarte con el culpable.
¿Que paso conmigo?, ¿que ocurrió?, el hecho y que hizo el culpable.
6. -Aceptar que sucedió la agresión.
7. -Desapego del agresor.
Que él por su cuenta salde su culpa.
Con los pasos anteriores el proceso del perdón puede resultarte más sencillo, ya que enfrentaras como fue realmente lo que sucedió y al culpable.
Verás que una vez que comienzas a perdonar, tu cuerpo se siente liberado, relajado, con paz interior, para que; cuando el momento de estar frente a tu agresor llegue, notes que su presencia ya no te afecta en ningún sentido, al recordar las circunstancias ya no sentirás dolor.
Recuerda que perdonar es decir i sí! a la oportunidad de renovarte.
Por otro lado, si te resistes a perdonar poniendo como escudo protector el rencor, lo único que ocurrirá será que; la paz interior no la encontraras, entraras en un estado de intranquilidad en cuanto estés frente a tu agresor y alimentaras día a día tu corazón, de un odio implacable hacia tu agresor.
Te invito a contestar por ti mismo la pregunta: ¿Debo perdonar?
Tú eres el único ser capaz de darle respuesta, si deseas acabar con el rencor en tu corazón, de antemano sabes la respuesta, pero si aun deseas albergar el odio en tu corazón, la respuesta ya la conoces.
Te invito a ser feliz una y otra vez, cada nuevo amanecer, alimentando tú corazón de amor, deseos positivos para ti y los demás, recuerda que la decisión, está en tus manos, la decisión es: sólo tuya.
Visión de vida
Cierto día veía por televisión un documental donde se hablaba de los seres humanos con visión de vida y de los que carecían de ella.
Las personas que manejan en su actuar, tener una visión de vida se convirtieron en personas de éxito, mientras que; quienes no tomaban en cuenta tener una visión de vida, sentían frustración, angustia, incertidumbre, etc. pero lo peor de todo es que sentían mínimos deseos de vivir o se conformaban con la rutina diaria.
Una visión es el resultado de los sueños en acción.
Una visión sin acción es un sueño.
Una acción sin visión de futuro carece de sentido, pero una visión de futuro puesta en práctica puede cambiar al mundo. .
Todas las personas contamos con el privilegio de poder visualizar nuestro propio futuro, aun en tiempos difíciles, este futuro lo podemos trabajar día a día hasta alcanzar el éxito.
Se vale soñar, se vale trasformar los sueños en una visión del futuro, pero sobre todo en una visión de lo que deseas alcanzar con todas tus fuerzas, con tu empeño, tu corazón, tu tenacidad, etc.
Si quieres trasformar tus sueños en éxito, primero tienes que visualizarlos, imaginarios, disfrutarlos y anhelarlos.
De esta manera ya estás comenzando a formar tu camino hacia el futuro.
Una vez que ya has visualizado tu sueño, compártelo con el mundo para conseguir apoyo total en la búsqueda del éxito.
Procura compartir tu sueño con gente de bien, que pueda ser importante en el logro de tu meta, gente sana que se sentirá feliz de poder ayudar a la realización de tu objetivo de vida.
Pon en práctica el ampliar tu visión, realízate preguntas como: ¿qué?, ¿cuándo?, ¿cómo?, y ¿por qué?, para que al responderlas; tu visión de vida vaya en aumento, creciendo hacia todos los horizontes.
Busca tener una visión positiva y alentadora, que te lleve a alcanzar el cumplimiento de aquel proyecto que iniciaste como un pequeño sueño.
La visión positiva es aquella que da significado a la vida.
Si tú tienes en tus sueños, en tu mente, en tus anhelos, lograr algo en un futuro, lograrás vivir y sobrevivir a las adversidades de tu presente y de tu pasado.
Te invito a comenzar por un sueño, después convertirlo en visión de vida y una vez que lo tengas identificado; trabaja arduamente hasta conseguirlo.
La visión que tú le des a la vida, es la que te llevará a alcanzar el éxito o el fracaso, la superación o la mediocridad, el reconocimiento o el ser ignorado.
Verás que al tener una visión de vida bien definida, buscarás en los lugares adecuados, donde encontrarás todo lo que necesitas.
Cierto día veía por televisión un documental donde se hablaba de los seres humanos con visión de vida y de los que carecían de ella.
Las personas que manejan en su actuar, tener una visión de vida se convirtieron en personas de éxito, mientras que; quienes no tomaban en cuenta tener una visión de vida, sentían frustración, angustia, incertidumbre, etc. pero lo peor de todo es que sentían mínimos deseos de vivir o se conformaban con la rutina diaria.
Una visión es el resultado de los sueños en acción.
Una visión sin acción es un sueño.
Una acción sin visión de futuro carece de sentido, pero una visión de futuro puesta en práctica puede cambiar al mundo. .
Todas las personas contamos con el privilegio de poder visualizar nuestro propio futuro, aun en tiempos difíciles, este futuro lo podemos trabajar día a día hasta alcanzar el éxito.
Se vale soñar, se vale trasformar los sueños en una visión del futuro, pero sobre todo en una visión de lo que deseas alcanzar con todas tus fuerzas, con tu empeño, tu corazón, tu tenacidad, etc.
Si quieres trasformar tus sueños en éxito, primero tienes que visualizarlos, imaginarios, disfrutarlos y anhelarlos.
De esta manera ya estás comenzando a formar tu camino hacia el futuro.
Una vez que ya has visualizado tu sueño, compártelo con el mundo para conseguir apoyo total en la búsqueda del éxito.
Procura compartir tu sueño con gente de bien, que pueda ser importante en el logro de tu meta, gente sana que se sentirá feliz de poder ayudar a la realización de tu objetivo de vida.
Pon en práctica el ampliar tu visión, realízate preguntas como: ¿qué?, ¿cuándo?, ¿cómo?, y ¿por qué?, para que al responderlas; tu visión de vida vaya en aumento, creciendo hacia todos los horizontes.
Busca tener una visión positiva y alentadora, que te lleve a alcanzar el cumplimiento de aquel proyecto que iniciaste como un pequeño sueño.
La visión positiva es aquella que da significado a la vida.
Si tú tienes en tus sueños, en tu mente, en tus anhelos, lograr algo en un futuro, lograrás vivir y sobrevivir a las adversidades de tu presente y de tu pasado.
Te invito a comenzar por un sueño, después convertirlo en visión de vida y una vez que lo tengas identificado; trabaja arduamente hasta conseguirlo.
La visión que tú le des a la vida, es la que te llevará a alcanzar el éxito o el fracaso, la superación o la mediocridad, el reconocimiento o el ser ignorado.
Verás que al tener una visión de vida bien definida, buscarás en los lugares adecuados, donde encontrarás todo lo que necesitas.
Mundo interior y mundo exterior
Todos los seres humanos nacemos libres de actuar, pensar y guiar nuestros destinos.
Nacemos con libertad para dirigir nuestros actos hacia el bien o hacia el mal.
El mundo exterior, es aquel que nos proporciona relacionamos con las demás personas y así poder tomar de ellas lo bueno o malo de su actuar, de sus sentimientos, de su vida en general.
Relacionamos el mundo exterior con el "TENER"; sí única y exclusivamente, con el tener, creemos que para estar en perfecta armonía con el mundo exterior debemos tener la casa más grande, y elegante de la colonia, del fraccionamiento, y de ser posible, de la ciudad entera, tener el auto más costoso y llamativo, poder viajar al lugar más exótico del planeta, comprar ropa de las marcas más reconocidas para estar "in" en el mundo exterior, y por si fuera poco poner en riesgo la propia vida, sometiéndose a un sin numero de operaciones estéticas de cualquier tipo, no siendo estas exclusivas de las mujeres ya que ahora los hombres también participan, y es entonces cuando yo me pregunto:
¿Esto es suficiente para qué tu vida este en equilibrio y en armonía contigo mismo?
¿Realmente te sientes pleno, basando toda tu vida en el tener?
¿Vale la pena estar compitiendo en forma agresiva por ganar dinero y más dinero en el mundo exterior?
¡Qué pasa entonces con tu mundo interior!, lo dejas de lado porque este mundo interior, se basa simple y sencillamente en el SER.
Pregúntate: si estás en perfecta armonía con tu ser.
El mundo interior, es el que se nutre desde lo más profundo del ser, es descubrir la esencia que llevas dentro.
Una vez que exploras tu interior descubres que dentro de ti, existen sentimientos positivos como la serenidad, la paz, el amor, la alegría, la bondad, la solidaridad, la fortaleza, etc., son fuertes cimientos que te permiten ir construyendo la mejor y más digna mansión dentro de tu interior, aunque en esta búsqueda también te toparás con sentimientos negativos, como: la ira, la ansiedad, el odio, la impulsividad, el rencor, los cuales al ser detectados pueden ponerse a trabajar a tu propio servicio, aprenderás a manejarlos y encauzarlos para tu beneficio una vez que los hayas aceptado totalmente.
Las personas que no tienen contacto con su mundo interior, son personas impredecibles que nunca han tocado su esencia.
Los seres humanos, tenemos la fortuna de estar en ambos mundos y decidir en cual de los dos permanecer más tiempo, aunque lo ideal es estar en equilibrio conmigo, con mi mundo externo y con mi mundo interno; puesto que si solo estás en el exterior, pierdes el sentido moral de la vida; y si solo permaneces en el interior, no podrás poner al servicio de los demás tu esencia, ni hacer el bien en la vida.
Te invito a estar en equilibrio con tus dos mundos, ver la diferencia que existe entre uno y otro para aportar lo necesario del mundo exterior al mundo interior y viceversa, de esta manera llegarás a ser feliz, maduro, entregado plenamente al amor, a la vida, pero sobre todo lograrás trascender.
Todos los seres humanos nacemos libres de actuar, pensar y guiar nuestros destinos.
Nacemos con libertad para dirigir nuestros actos hacia el bien o hacia el mal.
El mundo exterior, es aquel que nos proporciona relacionamos con las demás personas y así poder tomar de ellas lo bueno o malo de su actuar, de sus sentimientos, de su vida en general.
Relacionamos el mundo exterior con el "TENER"; sí única y exclusivamente, con el tener, creemos que para estar en perfecta armonía con el mundo exterior debemos tener la casa más grande, y elegante de la colonia, del fraccionamiento, y de ser posible, de la ciudad entera, tener el auto más costoso y llamativo, poder viajar al lugar más exótico del planeta, comprar ropa de las marcas más reconocidas para estar "in" en el mundo exterior, y por si fuera poco poner en riesgo la propia vida, sometiéndose a un sin numero de operaciones estéticas de cualquier tipo, no siendo estas exclusivas de las mujeres ya que ahora los hombres también participan, y es entonces cuando yo me pregunto:
¿Esto es suficiente para qué tu vida este en equilibrio y en armonía contigo mismo?
¿Realmente te sientes pleno, basando toda tu vida en el tener?
¿Vale la pena estar compitiendo en forma agresiva por ganar dinero y más dinero en el mundo exterior?
¡Qué pasa entonces con tu mundo interior!, lo dejas de lado porque este mundo interior, se basa simple y sencillamente en el SER.
Pregúntate: si estás en perfecta armonía con tu ser.
El mundo interior, es el que se nutre desde lo más profundo del ser, es descubrir la esencia que llevas dentro.
Una vez que exploras tu interior descubres que dentro de ti, existen sentimientos positivos como la serenidad, la paz, el amor, la alegría, la bondad, la solidaridad, la fortaleza, etc., son fuertes cimientos que te permiten ir construyendo la mejor y más digna mansión dentro de tu interior, aunque en esta búsqueda también te toparás con sentimientos negativos, como: la ira, la ansiedad, el odio, la impulsividad, el rencor, los cuales al ser detectados pueden ponerse a trabajar a tu propio servicio, aprenderás a manejarlos y encauzarlos para tu beneficio una vez que los hayas aceptado totalmente.
Las personas que no tienen contacto con su mundo interior, son personas impredecibles que nunca han tocado su esencia.
Los seres humanos, tenemos la fortuna de estar en ambos mundos y decidir en cual de los dos permanecer más tiempo, aunque lo ideal es estar en equilibrio conmigo, con mi mundo externo y con mi mundo interno; puesto que si solo estás en el exterior, pierdes el sentido moral de la vida; y si solo permaneces en el interior, no podrás poner al servicio de los demás tu esencia, ni hacer el bien en la vida.
Te invito a estar en equilibrio con tus dos mundos, ver la diferencia que existe entre uno y otro para aportar lo necesario del mundo exterior al mundo interior y viceversa, de esta manera llegarás a ser feliz, maduro, entregado plenamente al amor, a la vida, pero sobre todo lograrás trascender.
De Marisol Enriquez (http://www.mailxmail.com/)
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